(Km. 0,0) Empezamos la ruta en el mismo casco urbano de Pamplona. Salimos del casco viejo de la ciudad por el portal de Francia o de Zumalacárregui. Siguiendo el camino de Santiago en dirección inversa pasamos por la parte baja de las murallas donde podremos apreciar la magnitud de las defensas de Pamplona, construidas entre los siglos XVI y XVIII.
(Km. 0,440) El camino nos lleva hacia el puente de La Magdalena, pero antes de llegar al puente, en la carretera giramos a la izquierda.
(Km. 0,700) Poco más adelante a la derecha, ya empieza el parque Arantzadi.
(Km. 1,400) Nos internamos en el meandro de Arantzadi.iremos primero siguiendo la pista que va junto a la ribera del río Arga hasta el puente de los alemanes..Junto al puente vemos en grupo de plátanos de sombra desmochados que han adquirido una curiosa forma.
(Km. 1,550) Cruzamos el puente de los alemanes para ver una de las mejores vistas del río Arga. Al otro lado vemos una hilera de grandes fresnos. Estos frenos están incluidos dentro del catálogo de árboles singulares de Pamplona.
(Km. 1,800) Volvemos a cruzar el puente y ahora dejamos la ribera del Arga para dirigirnos hacia el oeste, hacia un gran chopo negro que está junto a unos invernaderos y cerca de un bonito caserón conocido como Casa Irujo., Este chopo, que alcanza los 32 metros de altura, también está incluido en el catálogo de árboles singulares.
(Km. 2,100) Continuamos ahora en dirección norte pasando junto a la Casa Irujo. Seguiremos paseando entre las huertas hasta llegar a la Casa Gurbindo, centro de Interpretación de la agricultura y ganadería de Navarra. Cerca de la entrada nos detendremos asombrados ante el majestuoso Cedro que se encuentra en la entrada. Tiene más de 200 años y 28 metros de altura. Está vivo de milagro, ya que una empresa maderera lo compró para hacer palillos. La quiebra de la empresa evitó que fuera talado este hermoso árbol. Hoy es otro de los árboles singulares de Pamplona.
En la Casa Gurbindo, podremos aprender mucho de un sector tan importante para la economía navarra como es la agricultura y la ganadería, y además ver su museo, sus huertas y sus animales (caballos, burros, poneys).
Tras visitar la Casa Gurbindo nos dirigimos ahora hacia el sur, por la pista que atraviesa el centro del meandro de Arantzadi.
(Km. 2,580) Pasamos junto a una bonita finca donde es fácil ver pavos reales. Más adelante a la izquierda de la pista encontramos una rareza. El único hórreo del municipio de Pamplona. Fue traído desde Asturias. Cerca del hórreo y junto al camino hay un caqui, también árbol singular. No es muy grande, pero destaca por los bonitos colores de sus hojas y frutos en otoño.
(Km. 3,050) Continuamos por la pista hasta llegar a las piscinas de Aranzadi. Si es temporada baja (si las piscinas no están funcionando) puede que nos dejen pasar a los jardines para ver los dos importantes árboles singulares que aquí se encuentra. Antes veremos dos enormes secuoyas que están a la entrada de los jardines. Pero los árboles declarados como singulares son una encina, la de más edad de Pamplona. y un altísimo pinsapo, rara especie de abeto cuyos bosques, muy escasos están muy protegidos. El más importante bosque de pinsapo se encuentra en la provincia de Cádiz. El pinsapo de Arantzadi es el más importante de Pamplona, con una altura que llega a los 30 metros.
Salimos de las piscinas de Aranzadi y rodeamos su vallado exterior hacia la derecha hasta llegar de nuevo junto al río Arga. Pasamos junto al puente medieval de San Pedro sin cruzarlo. Un poco más adelante por un pequeño puente de madera accedemos a la isleta de Aranzadi. Allí podemos ver los dos últimos árboles singulares de la ruta, un plátano de sombra y un chopo negro que están entre los árboles más altos de Pamplona. Es mi lugar favorito del parque y bien merece un artículo propio. Aquí tienes el enlace: Isleta de Arantzadi.
Por último cruzamos el viejo puente medieval de San Pedro para salir del sueño y volver a la civilización. El consuelo es que Arantzadi y muchos otros parques de Pamplona van a esperar nuestra próxima visita, con sus grandes árboles y sus valores naturales que nos darán paz y equilibraran nuestro ánimo.
Pulsa sobre el mapa para hacerlo más grande. Luego puedes imprimirlo para llevarlo cuando hagas la ruta. En el segundo mapa tienes la localización del punto de inicio de la ruta.
Uno de mis lugares favoritos de Pamplona es la isleta de Arantzadi. Arantzadi es un meandro del río Arga, que desde antiguo fue usado por los pamploneses para abastecerse de productos del campo. Las huertas, que todavía siguen explotándose, se pueden visitar cómodamente tras haberse creado el parque Arantzadi, El parque tiene varios kilómetros de paseos entre huertas y árboles singulares. En este enlace tienes un interesante recorrido por el parque visitando sus árboles más importantes.
La isleta de Arantzadi es sólo un pequeño rincón del parque Arantzadi que se encuentra frente a las piscinas y junto al puente medieval de San Pedro. Es mi lugar preferido del parque. Es una pequeña isla formada por el Arga que divide sus aguas para abrazar una pequeña porción de tierra de unos 200 metros de largo pòr 50 de ancho.
A la isleta de Arantzadi se accede por dos pequeños puentes de madera que la unen al paseo que discurre junto a las piscinas. Los puentes parecen dos pasarelas que nos dan acceso a un barco verde que navega eternamente entre las aguas del Arga, el río navarro por excelencia.
Este lugar estuvo antiguamente poblado por olmos, pero hoy otros árboles lo habitan. Entre ellos dos destacan sobremanera. Se encuentran en el extremo norte de la isla. Son un plátano de sombra y un chopo negro.Están entre los árboles más altos de Pamplona y de Navarra. Para hacernos una idea de su impresionante tamaño podemos decir que ambos son más altos que la famosa Sequoya de la Diputación, árbol declarado Monumento Naturaly que se encuentra en los jardines del Palacio de Navarra, junto al Paseo Sarasate. Chopo y plátano se encuentran catalogados como árboles viejos y singulares de Pamplona. Este catálogo detalla los árboles más valiosos de la capital Navarra. Los dos árboles se encuentran a una decena de metros de distancia uno de otro, entrelazando sus ramas en las alturas.
El plátano de la isla de Arantzadi supera los 40 metros de altura. Su tronco liso, con los curiosos dibujos típicos de los plátanos de sombra le da un aspecto sofisticado y elegante, casi femenino.
Por el contrario, el chopo negro con arrugado y atormentado tronco, parece un gigante orgulloso El chopo de la isleta de Arantzadi alcanza los 37 metros de altura y su tronco supera los 5 metros de perímetro.
Chopo y plátano son el rey y la reina de la isla de Arantzadi. Me gusta llamarlos Aranzt y Adi. En su compañía podemos tendernos en el césped y cerrar los ojos mientras nos acuna el sonido alegre del agua del Arga que se funde con el rumor de las hojas mecidas por el viento. Así podremos imaginar una leyenda de enamorados convertidos por los dioses en árboles para que nunca sean separados. ¿Quién sabe si Aranzt y Adi alguna vez fueron humanos?
Unos sencillos bancos de piedra nos ofrecen comodidad para pasar unos minutos o unas horas, ya que en la isla de Arantzadi parece detenerse el tiempo cuando el sol del atardecer se cuela entre las ramas de los árboles y su luz hace cambiantes dibujos sobre la hierba que alfombra la isla.
En el extremo sur de la isla de Arantzadi se despide al río Arga pasando bajo uno de los puentes más bonitos de Pamplona, el puente medieval de San Pedro.
San Pedro tenía las llaves del cielo. Su puente tiene las llaves de esta pequeña isla paradisiaca a la que se llega dando un cómodo paseo desde el centro de Pamplona. El rey chopo Aranzt y la reina plátano Adi siempre estarán dispuestos a recibirnos en su sofisticado palacio, con su corte de grandes árboles donde los pájaros cantan la más hermosa de las melodías.
El parque Arantzadi se encuentra en un meandro del río Arga. Un meandro donde el Arga, a modo de beatífico Nilo navarro, inunda las tierras creando un substrato rico y fértil que históricamente a convertido a Arantzadi en la huerta de Pamplona.
El meandro de Arantzadi se encuentra entre los barrios de Rochapea y Chantrea. En la década de los 70 Arantzadi fue esceario de los primeros ensayos de agricultura ecológica en España.
Por otra parte, Arantzadi ha sido recientemente habilitado como parque por el Ayuntamiento de Pamplona. Un parque enorme, con un superficie de más de 200.000 metros cuadrados, uno de los más grandes de Pamplona. El Parque Arantzadi es una zona verde muy especial ya que aquí se conjugan perfectamente la actividad humana con la naturaleza. Las huertas, que todavía se siguen trabajando con gran dedicación, alternan con espacios naturales y con arbolado de gran valor ecológico. Hoy podemos disfrutar de kilómetros de tranquilo paseo sin apenas desnivel al tiempo que conocemos algunos de los árboles catalogados como árboles viejos y singulares de Pamplona. Los árboles contenidos en este catálogo son los mas valiosos de Pamplona. Varios de los que encontraremos en el parque Arantzadi superan los 30 metros de altura.
En el parque Arantzadi está la Casa Gurbindo, que es el centro de interpretación de la agricultura y ganadería de Navarra. Es un lugar muy interesante, donde podremos ver un pequeño museo donde se explica la importancia de la agricultura y la ganadería para la economía de Navarra. Un lugar estupendo para que nuestro hijos aprendan que la leche no sale de los tetrabrik, sino de las vacas.
En Arantzadi podremos pasear junto al río Arga y también podremos conocer el único hórreo que se encuentra en el municipio de Pamplona.
El parque no sólo es perfecto para los peatones (incluso para sillas de ruedas o carritos de bebé). También es ideal para el disfrute de los ciclistas.
Para conocer en profundidad el parque Arantzadi puedes seguir esta ruta, que va acompañada de un mapa y de soporte para gps:
Esta ruta es un paseo que se puede hacer en familia. Caminata bastante cómoda y con poco desnivel que nos va a llevar a conocer la zona verde de las laderas del monte Benacantil, el monte que domina visualmente la ciudad de Alicante y que está coronado por el castillo de Santa Bárbara.
Km. 0,00 .- La ruta parte desde centro de educación ambiental, en pleno centro de Alicante y muy cerca del MARQ, el mueso arqueológico.
Km. 0,390 .-Desde aquí
recorremos en ascenso la pinada de la ladera del Benacantil hasta enlazar
con la carretera que sube al castillo.
Km. 0,450 .-Seguimos la carretera 60 metros y nos desviamos a la derecha para entrar en el parque de la
Ereta por una abertura entre las potentes murallas antiguas de la ciudad.
Km. 0,701 .-Nada más entrar en el parque se encuentra a la derecha junto a la muralla el primero de los miradores que vamos a visitar Desde aquí se tiene una magnífica vista del castillo de Santa Bárbara y de la la ciudad de Alicante.
Km. 0,930 .- Seguimos en el parque de la Ereta ascendiendo hasta el pequeño jardín del ángel desde dónde
tenemos otra buena vista de la ciudad y de la playa del Postiguet. Es el segundo mirador de la ruta. Desde aquí también disfrutaremos de una excelente vista de la Cara del Moro, la extraña formación rocosa que crea la cumbre del monte Benacantil que semeja la
cara de un musulmán. Si quieres conocer una hermosa leyenda relacionada con la Cara del Moro puedes consultar en este enlace.
Km.1,3 .-Tras visitar el jardín del
ángel y gozar de sus panorámicas volvemos de nuevo hacia atrás hacia la
carretera y volvemos al punto donde dejamos la pinada ue rodea el Castillo de Santa Bárbara.
Antes de entrar de nuevo en la pinada, a la izquierda de la carretera podemos
subir a una pequeña elevación desde donde
se tienen también unas magníficas vistas de los barrios de la zona norte de
Alicante. Este es el tercero de nuestros miradores.
Entramos de nuevo en la pinada en busca del último de los
miradores y para eso seguimos por la parte alta de la pinada un
sendero que nos lleva hasta un espolón rocoso en la zona Este del
monte Benacantil. Unas escaleras de piedra facilitan el acceso al cuarto y último mirador de la ruta. Consejo: hay dos escaleras de piedra. Hay que dejar la primera y coger la segunda para llegar al mirador.
Km 2,1 .- Desde el espolón rocoso tenemos otra excelente panorámica del castillo, totalmente distinta a la de los otros miradores. Tamibién disfrutaremos de un amplio horizonte de mar y veremos el Cabo de las Huertas recortado sobre el agua.
Km.2,3 .- Desde
aquí solo tenemos que volver al centro de educación ambiental para
acabar nuestra ruta.
En la descripción de la ruta me he centrado en los puntos de interés. No se han detallado los cruces o desvíos ya que en el enlace del comienzo del artículo puedes acceder a un mapa y a los tracks y waypoints de la ruta que te guiaran sin pérdida y que puedes utilizar en cualquier smartphone con una aplicación como My Tracks de Google.
Clica en el plano para hacerlo más grande. En el mapa de abajo tienes una vista de Googles Maps donde puedes ver la ruta y localizar fácilmente su punto de inicio. - Soporte Gps (tracks y waypoints de la ruta)
Muy
cerca de Calatayud, en el municipio de Nuévalos, está el Monasterio
de Piedra. Es uno de esos escasos lugares donde el arte y la
naturaleza se complementan de manera armónica. El arte está
representado por el antiguo monasterio y la naturaleza por el parque
natural. Un lugar para perderse.
¿Cuál
es el origen del Monasterio de Piedra? Dicen que el número 13 es el
de la mala suerte. No es así si hablamos de la historia del
monasterio. Fueron 13 los monjes que fundaron el Monasterio de Piedra
allá por el año 1194 a instancias del rey Alfonso II de Aragón.
Buscaban un lugar apartado del mundo, ideal para una vida monástica
dedicada a la oración y alejada de las tentaciones mundanas. Hoy el
Monasterio de Piedra nos traslada a esa época medieval. Las antiguas
piedras del monasterio nos hablan de esos tiempos antiguos. Y por
otra parte, también podemos encontrar aquí, paseando por el parque
natural, la paz y la comunión con la naturaleza que seguro hallaron
los monjes cistercienses hace ocho siglos.
El
nombre del monasterio viene del río Piedra, que pasa junto al
monasterio. El monasterio cisterciense está declarado monumento
Histórico – Artístico desde el año 1983. Su dependencias son un
muestrario de diferentes estilos artísticos producto de
modificaciones y reformas. Hay establecido un servicio de visitas
guiadas para poder conocerlo en profundidad. Así recorreremos sus
diferentes dependencias, como el austero claustro, las salas barrocas
o la Sala Capitular con sus hermosas bóvedas góticas. Pero lo más espectacular del Monasterio de Piedra, lo que hace a este enclave uno de los lugares con más encanto de Aragón,
es el parque natural. Un parque natural de poca extensión que se
puede recorrer en un par de horas pero donde las cascadas y grutas
que encontraremos en el recorrido puede que nos hagan creer que hemos
abierto la puerta del Paraiso. Entre las cascadas destaca la conocida
como la Cola de Caballo, un gran salto de agua de varias decenas de
metros de altura. Sólo recordar el nombre de otros de los atractivos
del parque natural nos hace evocar las felicidades del Paraíso:
Gruta Iris, Baño de Diana, Cascada Trinidad, Gruta del Artista, etc.
Toda
la belleza y atractivo del lugar es difícil resumirla con palabras.
A mí lo que más me gustó fue la experiencia de sentir el sonido
tronante del agua de las cascadas reverberando en las grutas del
parque natural.
Además
puedes también visitar Calatayud, ciudad con todo tipo de servicios
y con un interesante conjunto monumental. En este enlace tienes más
información sobre Calatayud: http://www.turismocalatayud.com
Distancia: 14,2 Km. Desnivel máximo: 96 m. Desnivel acumulado: 129 m.
Una de las mejores rutas que podemos hacer en las Bardenas Reales. Visita dos de sus atractivos principales, el Castildetierra y el Castillo de Peñaflor. La ruta es sencilla y con poco desnivel y apta para hacerla tanto a pie como en bicicleta.
Las Bardenas Reales son uno de los Parques Naturales de Navarra y están declaradas Reserva de Biosfera. Es uno de los parajes más singulares de Navarra, casi desértico. Parece un paisaje de otro planeta que contrasta radicalmente con los grandes bosques de hayas del norte de Navarra.
(Km. 0,00) Dejamos el coche junto al Castildetierra, una curiosa formación geológica que se ha convertido en el símbolo de las Bardenas Reales y también en uno de los símbolos del turismo de Navarra. Llegar al Castildetierra es fácil. Una pista lleva hasta allí. En caso de duda se puede preguntar en la Oficina de Informaión del Parque Natural que se encuentra a la entrada del mismo.
Al observar detenidamente Castildetierra uno se da cuenta de la belleza que la naturaleza puede esculpir con la ayuda de la erosión.
(Km. 1,3) Tomamos la pista que se dirige hacia el Noreste desde Castildetierra. a 1,3 kilómetros nos desviamos por otra pista a la izquierda.
(Km. 1,7) Bajamos hasta el Barranco Grande. Es fácil de atravesar, pero si ha llovido, cosa poco habitual aquí, es fácil embarrarse al atravesar el riachuelo que entonces recorre el cauce.
(Km. 5,2) Tras cruzar el Barranco Grande nos dirigimos hacia el Norte. Continuamos por una pista ancha y nos vamos acercando al Vedado de Eguaras, donde se encuentra el castillo de Peñaflor. Al castillo podemos acercarnos por dos caminos desde un cruce. Tomamos primero a la derecha (ver mapa)
(Km. 6,6) Empezamos a ascender (hasta ahora casi todo el recorrido había sido por llano), hasta que tenemos que desviarnos de la pista por la izquierda y bajar al corazón del Vedado de Eguaras, A la izquierda ya habremos visto la torre del castillo.
(Km 7,5) Atravesamos otra pequeña pero profunda rambla y llegamos al castillo. Podemos subir hasta su misma base, y escalando (hay que tener cuidado), hasta la misma torre. Desde el castillo tenemos unas buenas panorámicas del Vedado de Eguaras y de las Bardenas Reales.
El Castillo de Peñaflor fue construido por mandato del rey Sancho el Fuerte en el primer tercio del siglo XIII para defender la frontera de Navarra contra el reino de Aragón y para combatir a las bandidos que campaban por las Bardenas Reales. Es un castillo muy especial por dos motivos: es el único castillo de Navarra que desde su construcción no ha sido reconstruido ni reformado en otras épocas. La segunda razón es porque este lugar es el escenario de una leyenda que quedó reflejada en una novela del escritor Navarro Villoslada. Según la leyenda el la torre del castillo estuvo presa doña Blanca de Navarra, princesa de Viana por negarse a casarse con quien quería su padre, el rey Juan II. Un pastor, compadecido de la suerte de la pincesa, le llevaba comida, y, en agradecimiento la princesa, cuando fue por fin liberada de su encarcelamiento, regaló al pastor las tierras de alrededor.
Para regresar al punto de partida podemos rodear el cerro del castillo y encontraremos una pista que por un barranco nos llevará al camino por donde vinimos.
(Km. 14,2) Llegamos de nuevo al Castildetierra. Atrás quedará el Castillo de Peñaflor, guardando leyendas y un paraje único que quedará en nuestro recuerdo.
Si te gusta Navarra te animo a que te suscribas a mi canal YouTube, donde encontrarás más de 1.000 vídeos sobre Navarra (senderismo, arqueología, monumentos, fiestas, pueblos, etc).