MAPA Y SOPORTE GPS
Distancia: 2,320
Desnivel máximo: 160 m.
Desnivel acumulado: 166 m.
En el Valle de Roncal, entre Burgui y Vidángoz, se esconde en un frondoso valle un lugar de encanto especial. Es la cueva de Azanzorea. Es, más que una cueva, un gran abrigo de más de 20 metros de boca. Se encuentra en la cabecera de un barranco de gran belleza. Además, casi todo el año una pequeña cascada cae desde lo alto de la cueva, haciendo más singular el lugar.
Se llega a la cueva fácilmente. Hay un sendero local habilitado para ello.
(Km. 0,00) Dejamos el coche en un ancho aparcadero que se encuentra a la izquierda de a carretera que une Burgui con Vidángoz. El aparcadero se encuentra a unos cuatrocientos metros del punto kilométrico 13.
Tras dejar el coche seguimos andando unos metros por la carretera en dirección a Vidángoz. En seguida vemos el comienzo del sendero, que sale a la derecha de la carretera. Un poste informativo nos lo indica.
(Km. 0,200) Pasamos junto a una borda. Tomamos el sendero que sale detrás de la borda y que está indicado con otro poste. No hay que confundirse con la pista que sale más a la izquierda.
Sólo tenemos que seguir el sendero y las marcas verdes y blancas de sendero local para llegar a la cueva de Azanzorea. En el camino remontaremos el barranco de Lizanzorea y disfrutaremos de un frondoso bosque. En algunos lugares los bojes hacen un túnel alrededor del sendero. Antes de llegar a la cueva cruzaremos por dos veces la regata que fluye por el fondo del barranco.
(Km. 1,150) Llegamos a la cueva. Es de grandes dimensiones. Una pequeña cascada cae desde su parte superior. Desde su boca se tiene una buena panorámica del barranco. Aunque no tengo constancia de que la cueva esté catalogada como yacimiento arqueológico, no me extrañaría que hubiera estado habitada en la Prehistoria. Sus condiciones de habitabilidad son excelentes. Es amplia, está orientada al Este, tiene el agua de la cascada y del arroyo que corre por el barranco y el bosque suministraría caza abundante. Me recuerda mucho a la cueva de Alaiz (ver en este enlace), cueva que fue habitada durante el Paleolítico. Sólo la excavación arqueológica podría comprobar si nuestros ancestros habitaron la cueva de Azanzorea.
En un extremo del abrigo encontramos la formación geológica más interesante. Es un gran pilar estalagmítico. Se necesitarían varias personas entrelazando sus manos para abarcarlo.
La cueva de Azanzorea es uno de los lugares más especiales que conozco en el valle de Roncal. El sonido del agua cayendo desde lo alto a la roca, lo intrincado del paraje, el verdor intenso del barranco donde se encuentra, hacen de la cueva de Azanzorea un lugar que parece anclado en un tiempo antiguo. Sentado en la boca de la cueva y mirando al barranco uno está seguro que está en un lugar que apenas ha sido tocado por la mano del hombre.
Recuerda, caminante, que cuando visites la cueva de Azanzorea debes colaborar a que está impresión de naturaleza inviolada siga indemne. No hagas la majadería de pintar en la cueva ni dejes basura alguna. La Naturaleza, y tu conciencia, lo agradecerán.
Para volver seguimos las marcas verdes y blancas que nos llevan al sendero principal rodeando al principio el paredón rocoso.
(Km. 2,320) De vuelta en el coche. Es recomendable acercarse a Burgui, uno de los pueblos más bonitos del Pirineo Navarro.
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