En esta ruta vamos a visitar la fuente donde se ubica la bonita leyenda del abad Virila, que quedó dormido por el canto de un ruiseñor y despertó después de pasados 300 años. En este vídeo te cuento la leyenda:
La ruta es un cómodo paseo. Es apta para todos, incluidas familias con niños.
Un paseo corto pero con muchos atractivos:
- Atravesaremos un frondoso bosque con curiosas rocas. Parece que de un momento a otro te va a salir un duende desde detrás de alguna de ellas.
- Tendremos las mejores vistas del monasterio de Leyre.
- Vamos a recordar una de las leyendas más bonitas de Navarra desde el lugar donde dice la tradición que sucedió.
Distancia: 1,8 km.
Desnivel acumulado: 106 m.
Soporte GPS (track y waypoints de la ruta)
Puedes dejar el coche en el amplio aparcamiento del Monasterio de Leyre. Junto al parking encontrarás la señalización de la ruta. No tiene pérdida posible siguiendo las indicaciones. De todas formas te he dejado arriba el enlace para que te bajes el track para GPS, si así lo deseas.
Empezarás a subir y, a los 150 metros, llegarás al mirador. Hay un panel de orientación donde podrás identificar los montes que se divisan desde aquí.
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| Mirador |
Seguidamente te internarás en un bonito bosque. En algunas piedras encontrarás textos relacionados con la leyenda.
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| Una de las rocas en la ruta |
Antes de llegar a la fuente, la vegetación se aclara y tendrás una gran panorámica del Monasterio de Leyre y del embalse de Yesa.
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| Panorámica del embalse de Yesa y del Monasterio de Leyre |
La fuente del abad Virila es un lugar tranquilo y recogido entre la frondosidad del bosque. Un cartelito te cuenta que aquí fue donde el santo abad quedó dormido acunado por el canto de un pajarillo y despertó siglos más tarde.
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| Fuente de San Virila |
Se vuelve al monasterio por el mismo camino. Seguramente no te pase como a Virila, que cuando regresó los monjes que lo habitaban no eran los que había dejado en la mañana, que habían fallecido hace mucho tiempo. Y si no conoces el Monasterio de Leyre, no dejes de hacerlo. Es uno de los hitos artísticos y culturales principales de Navarra. Su historia y su arte bien merecen dedicarle una detenida visita. Se dice que entre las esculturas de la excepcional portada de la iglesia está representado el abad Virila.
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| El abad Virila |
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© Julio Asunción
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