En esta segunda parte de la ruta vamos a recorrer el sorprendente paraje de los Acantilados de la Piedra, en los mapas Cresta de la Trinidad.
Tras visitar la ermita de la Trinidad vamos a continuar por el cordal, junto a los acantilados, disfrutando de las panorámicas. Nuestro siguiente objetivo es el vértice geodésico que marca la cima de Trinidad. Para ello tenemos que seguir un sendero muy estrecho que se abre entre los bojes y que va avanzando muy cerca de los escarpes rocosos. El sendero avanza a veces entre rocas, por lo que hay que tener cuidado con las torceduras. Esta marcado con puntos rojos. De vez en cuando, merece la pena acercarse a los escarpes. Así disfrutaremos de la extraordinaria vista aérea sobre la Foz el lumbier.
Tras visitar la ermita de la Trinidad vamos a continuar por el cordal, junto a los acantilados, disfrutando de las panorámicas. Nuestro siguiente objetivo es el vértice geodésico que marca la cima de Trinidad. Para ello tenemos que seguir un sendero muy estrecho que se abre entre los bojes y que va avanzando muy cerca de los escarpes rocosos. El sendero avanza a veces entre rocas, por lo que hay que tener cuidado con las torceduras. Esta marcado con puntos rojos. De vez en cuando, merece la pena acercarse a los escarpes. Así disfrutaremos de la extraordinaria vista aérea sobre la Foz el lumbier.
Km 3,700.- El sendero marcado con puntos rojos nos lleva hasta el
vértice geodésico 30T x=640490 y=4722071. Está rodeado de bojes,
por lo que las vistas desde aquí no son buenas.
Vértice geodésico de la Trinidad |
Ahora llegamos al paso más comprometido de la ruta, pero no difícil.
A la derecha del vértice geodésico (¡ojo! no hay que seguir el camino de la izquierda), a pocos metros, hay un escalón
rocoso que tenemos que bajar. Afortunadamente una sirga, una cadena
perfectamente anclada en la roca, nos permite descender y
continuar la ruta 30T x=640537 y=4722039. Así, seguiremos progresando por el estrecho camino rodeado de bosques junto a los
precipicios de varias decenas de metros.
Km 4,266.- El camino sigue marcado en todo momento con los puntos
rojos. Siguiendo estas marcas ahora descendemos un poco y llegamos a
otro de los hitos de la ruta, uno de los ojos naturales que la
erosión ha formado durante miles de años en los paredones rocosos
de la cresta de la Trinidad 30T x=640714 y=4721884. Aparte de la
belleza y de la rareza natural del lugar, seguimos disfrutando de
unas excelentes panorámicas.
Uno de los ojos de los Acantilados de La Piedra |
Continuamos el sendero en un sube-baja que avanza a los pies de los
escarpes. Pasamos junto a un gran monolito natural, el “gran
tótem”, que ya se divisaba desde el ojo de la sierra 30T x=640832
y=4721844.
Km 4,850.- Llegamos al segundo de los ojos, más pequeño pero más
perfecto, más semicircular 30T x=641123 y=4721726. Desde aquí
tenemos una buena panorámica de Liédena y Sangüesa. Entre estas
dos localidades unen sus aguas los ríos Irati y Aragón.
El "gran tótem" de Lumbier |
Otro de los ojos de la cresta de la Trinidad |
La ruta continúa, ahora bajando rápidamente, por el camino marcado
con los puntos rojos que parte justo al lado del segundo gran ojo de
piedra.
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