Esta ruta sube a dos cimas gemelas, de parecida altura, que dominan el valle de Arce. Casi llegan a los 1.300 metros cada una. La más alta, Elke, y la más indómita la Peña de Pausaran. Digo esto porque a la primera se llega por buen sendero. Además es más agradecida, ya que las panorámicas desde la cima de Elke son impresionantes. La Peña de Pausaran es más para los coleccionistas de cimas. Es como un castillo al que hay que expugnar. Además hay que acceder a ella haciendo una pequeña trepada (de poca dificultad), y tras superar este escalón de piedra todavía queda enfrentarse a los bojes, que en espesa vegetación oponen resistencia en lo más alto como si se tratara de la guarnición del castillo que luchara desesperadamente para que no conquistemos la fortaleza. Habremos de bregar duro para alcanzar el buzón que marca la cima de Pausaran.
Los más comodones se pueden conformar con subir al Elke y ver Pausaran desde esta cima de primera categoría.
(Km. 0,00) Llegamos a Gorráiz de Arce por una estrecha carretera asfaltada. Seguramente este pueblo es uno de los más recónditos y escondidos de Navarra. Dejamos el vehículo en la plaza donde se encuentra la iglesia y empezamos a andar de vuelta por la carretera por la que hemos llegado al pueblo. Enfrente de nosotros ya vemos uno de los objetivos de la caminata: la Peña de Pausaran.
(Km. 0,100) A los 100 metros, poco antes de que la carretera de una curva a la derecha, nos salimos de la misma por una pista de tierra que sale a la izquierda. A pocos metros encontramos un panel informativo con la ruta que vamos a realizar: sendero local SL – NA 21a. (Km. 0,500) Empezamos a subir. A cuatrocientos metros de este primer cruce hay que tener cuidado pues encontramos una bifurcación. En vez de seguir recto, seguimos por la pista a la derecha, que da un giro cerrado y sigue ascendiendo.
Según vamos subiendo vamos teniendo una buena vista del pueblo y de los montes que rodean el valle.
En esta primera parte del recorrido la vegetación es más abierta, con dominio de los bojes.
Más adelante el hayedo toma protagonismo.
(Km. 1,580) Sale un camino a la izquierda. No hay que cogerlo. Hay que seguir recto.
(Km. 1,750) A menos de doscientos metros más adelante hay que tener mucho cuidado. La pista da un giro cerrado de 180 grados hacia la izquierda. Aquí, en la misma curva, sale de frente un camino que se abre paso entre la vegetación y asciende fuertemente. Este es el camino que hay que seguir.
(Km. 1,920) Llegamos al collado. Aquí un poste de hierro nos indican las dirección a las dos cimas: a la derecha Pausaran y a la izquierda Elke. Primero abordamos la peña de Pausaran. A pocos metros vemos una enorme roca que destaca en el collado. Es el llamado “asiento del Basajaun”. El Basajaun es el gigante rey de los bosques de la mitología vasca. Hemos tenido suerte, hoy no está descansando en la piedra que usa como asiento… La gran roca debió rodar, hace mucho tiempo, desde la parte alta de la peña de Pausaran.
(Km. 2,050) Más adelante hay que afrontar una trepada sin mucha dificultad. La peña de Pausaran empieza a resistirse.
(Km. 2.120) Llegamos a la parte de arriba de Pausaran. Pero esto no es el punto más alto. Aquí tenemos las mejores vistas, pero el buzón que marca el punto más alto está a la izquierda a medio centenar de metros, entre los árboles que vemos más altos en esa dirección. Ahora son los bojes los que oponen resistencia, como soldados que protegen el castillo en un desesperado último intento.
(Km. 2.179) Los últimos 50 metros se avanza penosamente entre la vegetación pero por fin llegamos al buzón. Las vistas también son buenas desde aquí, si bien son mucho mejores desde el siguiente objetivo: Elke.
(Km. 2,450) Volvemos de nuevo al collado, dejamos a la derecha el “asiento del Basajaun” y ahora nos dirigimos al Elke. El ascenso es mucho más cómodo, con sendero bien visible y sin ninguna trepada por delante. Parece como si la Peña de Pausaran hubiera cedido la mayor altura a su hermana Elke con tal de estar más alejada de los montañeros y se defiende huraña de ellos con las rocas y los bojes que protegen su cima. En cambio la ascensión a Elke estará amenizada por el rumor del viento entre las hayas y nos premiará con unas extraordinarias panorámicas.
(Km. 2,800) Cima de Elke. Hermosa vista de 360º. El Saioa, el Adi, San Donato, montes vascos, Girizu, Astobizkar, Orhi, el Autza (en Baztán), los altos montes pirenaicos (desde el Anie al Bisaurin), la sierra de Leire, la zona de la cuenca de Pamplona (Higa de Monreal, peña de Izaga)… También se ve el embalse de Itoiz con el pueblo de Nagore a su vera.
(Km. 5,00) Volvemos por el mismo camino a Gorráiz. Fin de la ruta.
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